La vida de Federico Contessi es una historia que merece ser contada: una historia de privaciones, de sacrificios, de éxitos, de alegrías y de tristezas. Probablemente tiene puntos en común con la experiencia de muchos otros inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina en la posguerra. Sin embargo, la vida de Federico tiene una particularidad: él es un hacedor. Un hombre cuya pasión por el trabajo le permite dejar un legado trascendente, no sólo para su familia, sino para la sociedad toda.
Cada barco salido de su Astillero es una herramienta de trabajo que permitó que sus propietarios progresaran, crearan su propia empresa, escribieran su propia historia. Pero a la vez, cada uno de estos barcos, construidos en un país que ha denostado sistémicamente a su Industria Naval, ha significado una pequeña proeza.
“Federico Contessi – su vida, sus barcos” relata la vida de Federico Contessi, de su astillero y de sus barcos. Es un libro que trata sobre la FE y sobre la fuerza transformadora del TRABAJO
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Contessi puso la quilla de un nuevo buque pesquero: la obra 130
Junto a esta quilla se encuentra el casco completamente terminado de la obra N° 129 que es otro buque de la misma serie pero de 28,50 metros de eslora que ya está en un 80% de avance de construcción y que espera ser botado en los próximos meses. Un poco más adelante, en el mismo galpón central del Astillero podía apreciarse un barco costero de 20,80 metros de eslora que se encuentra completamente terminado desde hace varios meses y que solo está esperando la finalización de los trámites de transferencia de su permiso de pesca para ser botado.
Los directivos del Astillero comentaron además que apenas se pueda botar este buque se despejará el espacio para colocar la quilla de la obra más importante, la 131. Se trata de un buque congelador de 39,90 metros de eslora para el cual ya se han adquirido los motores propulsores, auxiliares, caja y paso variable. También se han comenzado a cortar los primeros bloques del casco, esperándose la disponibilidad de espacio para poder colocar la quilla.
La imagen del Astillero marplatense es de plena producción, en los últimos 6 meses se han hecho importantes inversiones en maquinarias y se ha incrementado el plantel laboral en casi un 25%. Además se ha pedido al Consorcio Portuario un pedido para ampliar la instalaciones y poder así construir buques de mayor porte.
Los mismos vientos de optimismo se viven en varias de las tradicionales empresas subcontratistas del Astillero que deben acompañar con sus suministros: “El anhelo de la Industria Naval es que la realidad coyuntural de nuestra firma se pueda consolidar en el tiempo y que se repita en cada uno de los astilleros argentinos para poder atender las necesidades de una antiquísima flota pesquera que necesita ser renovada para garantizar calidad, seguridad y eficiencia“, comentaba Domingo Contessi a los presentes.
Fuente : "El retrato de hoy". Mar del Plata.
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